
Ciudad Juárez, Chihuahua.— ¿Te imaginas ir al cine por unas palomitas y encontrarte con una función sorpresa… en la dulcería? Pues eso les pasó a varios clientes en Cinépolis Las Misiones, quienes descubrieron a nuestras amigas las cucarachas paseándose muy quitadas de la pena entre los insumos de comida.
¡Sí! El espectáculo no fue en la sala, sino detrás del mostrador. Gracias a los videos difundidos en redes sociales, las autoridades de Coespris intervinieron y clausuraron el área de alimentos por “presencia de fauna nociva” (traducción: invasión de insectos con acceso libre al buffet).
Mientras tanto, Cinépolis – como si nada – decidió lanzar su campaña de entradas a $29 pesos antes de las 4:00 p.m. del 4 de agosto al 10 de septiembre. ¡Una ganga! Lástima que no incluye desinfección.
Pan, circo… y cucaracha al gusto
Como buenos mexicanos, aplicamos la de “ya ni modo” y seguimos adelante. Porque claro, el verdadero problema no es que te vendan dulces con patas, sino no aprovechar la promo antes de las 4 de la tarde.
Lo cierto es que mientras el combo Cuates ($199) promete ser la estrella del verano, el verdadero dúo dinámico fue: cucaracha + descuido. Pero no importa, seguramente los pasillos estarán llenos de gente comiendo “lo que Dios quiera”, mientras se ríen viendo alguna comedia romántica… o lloran viendo el estado de la dulcería.
¿Y la memoria?
Hace apenas unos días clausuraron el área de alimentos. Hoy, ya hay filas para aprovechar las promociones. ¿Mala memoria o necesidad de entretenimiento a toda costa?
Lo que está claro es que a Cinépolis no se le arruga el corazón. Mientras limpian (esperemos), siguen vendiendo boletos como si aquí no hubiera pasado nada. Porque si algo sabemos en este país, es que la risa y el olvido también son parte del combo.
Promociones irresistibles, limpieza en veremos y un público que ya se resignó a todo… ¿Qué puede salir mal? Bienvenidos al cine donde todo puede pasar: menos una inspección sanitaria a tiempo.
¡Corre por tu entrada! Pero lleva gel, antibacterial… y nervios de acero.
Por: Sarahí Q., Eco del Norte.
