
La Fiscalía de Estados Unidos solicitó aplazar hasta el 16 de junio la audiencia de Ismael “El Mayo” Zambada, histórico líder del Cártel de Sinaloa, con el fin de continuar las negociaciones de un posible acuerdo de culpabilidad. El objetivo: evitar un juicio prolongado y, de paso, ahorrarse la logística de una posible pena de muerte.
El fiscal especial John Durham informó al juez Brian Cogan que ambas partes han intercambiado materiales de evidencia y se encuentran en plena plática sobre una “resolución potencial”. La defensa de Zambada, por su parte, busca asegurar que el narcotraficante, de 77 años, no termine en el corredor de la muerte. Su abogado, Juan Manuel Delgado, fue claro: “Él sabe que va a pasar el resto de sus días en prisión, lo que no quiere es que lo maten”.
Zambada fue detenido luego de ser entregado por Joaquín Guzmán López, lo que desató una serie de traiciones y fracturas dentro del mismo cártel. Ahora, si llega a cooperar con las autoridades estadounidenses, no solo podría evitar la pena capital, sino que su testimonio podría reconfigurar el mapa criminal y político a ambos lados de la frontera. La historia del narco que nunca pisó la cárcel en México, podría estar llegando a su capítulo final… con tintes de novela gringa.