
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, advirtió que su provincia está “lista para suspender los envíos de electricidad y níquel a EE. UU.” si la disputa comercial escala. Destacó que Estados Unidos depende de Canadá para su energía, dejando claro que las represalias podrían afectar el suministro eléctrico en algunas zonas estadounidenses.
Por su parte, el primer ministro Justin Trudeau anunció que Canadá impondrá aranceles del 25% a productos estadounidenses valuados en 30 mil millones de dólares canadienses, en respuesta a las tarifas de 10% a la energía y 25% a otros bienes canadienses impuestas por la administración de Donald Trump. Trudeau calificó las medidas como “injustificadas” y advirtió que, si EE. UU. no las revierte, en 21 días aumentarán las sanciones hasta afectar 125 mil millones de dólares en productos estadounidenses.
Entre los bienes sancionados están jugo de naranja, vino, electrodomésticos y productos cosméticos, pero el impacto podría ir más allá si Canadá decide endurecer su postura en el sector energético.
La disputa comercial se da en un momento clave, con Trump buscando reforzar su postura proteccionista y Trudeau apostando por una respuesta firme para defender la economía canadiense. Mientras Washington endurece sus políticas, Canadá deja claro que no se quedará de brazos cruzados ante los aranceles estadounidenses.
