
Ciudad de México.— Ante la inminente amenaza de nuevos aranceles por parte del gobierno de Estados Unidos, los gobiernos de México y Canadá han decidido cerrar filas y reforzar su alianza comercial como medida estratégica de defensa económica.
La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum y el primer ministro canadiense Mark Carney acordaron intensificar la colaboración bilateral en áreas clave como manufactura, tecnología, energías limpias y agricultura, con el objetivo de mitigar el impacto que podrían generar los aranceles previstos para entrar en vigor el próximo 1 de agosto.
Esta acción conjunta no solo busca proteger a ambos países de posibles afectaciones económicas, sino también enviar un mensaje de unidad dentro del bloque norteamericano, reafirmando los principios del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá).
“Nuestra prioridad es mantener una región económicamente fuerte, estable y solidaria”,
declaró Sheinbaum durante el encuentro virtual sostenido esta semana con el líder canadiense. Por su parte, Carney destacó la necesidad de
“blindar las cadenas de suministro”
y
“fortalecer el comercio justo ante presiones externas”.
El contexto es particularmente tenso, ya que diversas industrias mexicanas —como la automotriz, acerera y agroalimentaria— se verían directamente afectadas si Washington decide reactivar tarifas proteccionistas como parte de su política electoral.
Con esta alianza reforzada, México y Canadá se preparan para responder de forma conjunta, apostando por el diálogo diplomático, pero dejando claro que no permitirán medidas unilaterales que vulneren el equilibrio comercial regional.