
El INE dio por buenos los resultados de la elección judicial ciudadana, esa que se vendió como “histórica” pero que apenas logró un 13% de participación y donde —agárrese— más de 54 millones de votos fueron anulados.
Sí, aunque el país casi ni fue a las urnas, ya entregaron constancias de triunfo a quienes serán los nuevos jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial. Y si usted no sabe ni quién ganó, no se preocupe: casi nadie votó y mucho menos leyó las biografías.
La OEA advirtió que todo esto parece “apresurado y propenso a errores”. Pero no importó. El show sigue, y los nuevos impartidores de justicia asumirán el cargo el 1 de septiembre, aunque hay impugnaciones por resolver… si es que alguien las revisa con seriedad.
Un experimento democrático lleno de dudas, poca participación y un tufillo a simulación.
