
Mientras usted pelea en redes por realities y series, los jitomates mexicanos están a punto de volverse lujo en EE.UU.
La pesadilla de los jitomates volvió: Estados Unidos, bajo presión de productores de Florida, decidió reactivar una vieja amenaza comercial y canceló el acuerdo que protegía al jitomate mexicano de sanciones. A partir del 14 de julio de 2025, la mayoría de los jitomates importados desde México enfrentarán un arancel del 20.91%, lo que encenderá los precios en los supermercados gringos como si fueran el aguacate en diciembre.
¿El pretexto? Washington acusa a México de “dumping”, es decir, vender jitomates por debajo del precio real de producción, lo cual, dicen, afecta a los agricultores estadounidenses. México niega rotundamente este señalamiento y recuerda que ya han enfrentado procesos similares en el pasado… y siempre los ha ganado.
Actualmente, México abastece casi el 90% del jitomate fresco que se consume en Estados Unidos, así que imagínese usted la cara de los gringos cuando sus hamburguesas, ensaladas o tacos no traigan ni una rebanadita. Pero esto no es nuevo: en 2019 también hubo un drama similar, y tras varias semanas de presión y negociación, se alcanzó un acuerdo. Hoy, estamos de nuevo en el mismo capítulo de esta telenovela comercial.
La presidenta Claudia Sheinbaum ya reaccionó: negó subsidios ilegales, exigió respeto a los acuerdos previos y advirtió con responder con medidas espejo si Estados Unidos sigue con la amenaza. Habló incluso de aranceles a productos como carne de cerdo y pollo estadounidense.
¿Y ahora, qué puede pasar?
México tiene 90 días para dialogar con el Departamento de Comercio estadounidense antes de que los aranceles entren en vigor de forma definitiva. Durante este tiempo, se espera que se sienten a negociar un nuevo acuerdo de suspensión.
Análisis objetivo
- Causa principal: presión política de productores estadounidenses, especialmente de Florida, quienes no pueden competir con la producción mexicana por razones de clima, costos y escala.
- Factores de fondo: las elecciones en EE.UU. hacen que cualquier conflicto comercial sea útil para ganar votos proteccionistas.
Consecuencias posibles
- En México: afectaciones a más de 1 millón de trabajadores agrícolas, exportadores y productores del noroeste.
- En EE.UU.: incremento de precios para consumidores y restaurantes.
- A nivel bilateral: posible tensión diplomática y represalias comerciales.
Conclusión
Si no hay jitomate mexicano, no hay salsa, ni guacamole, ni sabor. Y eso… ¡sí que es una crisis internacional!