
Irán ha vuelto a encender las alarmas internacionales tras anunciar que ha cargado todos sus lanzadores de misiles y los ha dejado listos para ser usados “sin necesidad de órdenes”. ¿El mensaje? Claro y directo: cualquier agresión de Estados Unidos recibirá una respuesta inmediata… aunque no haya nadie para dar la orden.
El comandante de la Guardia Revolucionaria, Amir Ali Hajizadeh, confirmó que el país ha activado su sistema de respuesta automática. La mayoría de estos misiles están almacenados en bases subterráneas, conocidas como “ciudades de misiles”, diseñadas para resistir ataques aéreos y mantener intacta la capacidad de represalia. Todo esto, mientras Teherán despliega nuevos sistemas en islas estratégicas del Golfo de Omán, elevando aún más la tensión en una región que ya vive al filo del conflicto.
Mientras en Irán reinan los túneles, el sigilo y los misiles con coordenadas, en Washington el ambiente es de cautela (o de miedo disfrazado de diplomacia). Por ahora no hay respuestas oficiales, pero el Pentágono ya admitió estar en “alerta reforzada”. Y así, el mundo se vuelve a preguntar: ¿cuánto falta para que alguien apriete el botón?