
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, lanzó una advertencia contundente sobre el riesgo de un conflicto global si la OTAN o Estados Unidos atacan a su país. Mientras tanto, el presidente Donald Trump pidió a Putin que evite una ofensiva en Kursk contra soldados ucranianos, calificando la posible acción como una “masacre comparable a la Segunda Guerra Mundial”.
Las autoridades ucranianas han negado el supuesto cerco de sus tropas, señalando que se trata de propaganda rusa. En un intento por frenar la escalada, Estados Unidos propuso un alto el fuego de 30 días, aceptado por Ucrania, pero condicionado por Rusia. El G-7 y la Unión Europea han advertido con nuevas sanciones si no se logra una tregua en términos igualitarios.