
Tras semanas de incertidumbre y cambios en su postura, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó la imposición de un arancel del 25% a productos importados de México y Canadá a partir del 4 de marzo. La medida, considerada parte de su estrategia de presión comercial, ha generado preocupación en ambos países y en el ámbito internacional.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, mantiene la esperanza de alcanzar un acuerdo que evite el impacto económico de esta decisión. Canadá también busca mecanismos para proteger sectores estratégicos como el automotriz y el agroindustrial, que podrían enfrentar consecuencias graves.
En Europa, el presidente francés Emmanuel Macron ha expresado su inquietud ante una posible escalada de tensiones comerciales. Y no es para menos: España podría perder hasta el 25% de sus exportaciones hacia EE.UU.
Inversionistas señalan que estas medidas forman parte de la táctica de negociación de Trump, mientras expertos advierten sobre el riesgo de inflación y aumentos de precios.