
La startup china DeepSeek ha irrumpido en la inteligencia artificial con un modelo altamente eficiente y de bajo costo, generando un fuerte impacto en el mercado tecnológico. Su llegada ha provocado una caída en las acciones de gigantes como Microsoft, Nvidia y Alphabet, poniendo en duda la sostenibilidad de inversiones multimillonarias en modelos como ChatGPT, que requieren una gran infraestructura computacional.
El desarrollo de DeepSeek plantea una competencia seria para OpenAI, ya que su modelo promete una alternativa más accesible sin comprometer la calidad. Esto ha desatado un debate sobre el futuro de la IA: mientras algunas empresas siguen apostando por modelos costosos, DeepSeek demuestra que es posible alcanzar un alto rendimiento con menos recursos.
Más allá del impacto financiero, la aparición de esta tecnología también tiene implicaciones geopolíticas. Si DeepSeek se consolida como un actor clave, podría alterar el equilibrio de poder en la inteligencia artificial, favoreciendo a China y obligando a EE.UU. y Europa a replantear sus estrategias en este sector en constante evolución.