
Un estudio de la Universidad de Nueva York ha revelado una conexión más estrecha de lo previsto entre el intestino y el cerebro, lo que abre nuevas posibilidades para tratar la depresión y la ansiedad.
La investigación halló que el aumento de serotonina en el revestimiento intestinal mejora los síntomas de estos trastornos en modelos animales, lo que podría transformar los enfoques terapéuticos actuales.
El estudio destaca que la mayoría de la serotonina se produce en el intestino, no solo en el cerebro. Esto sugiere que los tratamientos actuales, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), podrían enfocarse directamente en el intestino, reduciendo efectos secundarios digestivos.
Esta perspectiva es particularmente relevante para mujeres embarazadas, ya que podría evitar problemas digestivos tanto en las madres como en los niños, como el estreñimiento, asociados al uso de antidepresivos.
Los hallazgos prometen tratamientos más seguros y específicos para la salud mental, previniendo problemas digestivos.
Para consultar la información detallada sobre este estudio, consulte la siguiente liga: https://scitechdaily.com/unlocking-happiness-how-your-gut-could-be-the-key-to-beating-depression/.