El pasado 30 de octubre, intensas lluvias afectaron la ciudad de Valencia, activando una alerta naranja emitida por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Las tormentas, acompañadas de granizo y fuertes chubascos, provocaron graves inundaciones, cortes en el tráfico de túneles principales y la suspensión de líneas de metro. La rápida intervención de la Policía, el cuerpo de Bomberos y otras autoridades locales fue crucial para atender numerosas emergencias, como rescates de personas atrapadas en vehículos y en edificios anegados.
Valencia cuenta actualmente con el respaldo de la Unión Europea, que ha asignado 56,7 millones de euros para la recuperación de las zonas afectadas, además de 19 millones adicionales del Gobierno español. Estos fondos se destinarán a la restauración de infraestructura y a proyectos preventivos que ayudarán a la ciudad a afrontar futuros fenómenos climáticos de manera más eficaz.