
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) confirmó este viernes que en la gobernación de Gaza existe ya una hambruna en curso, la primera vez que una crisis de esta magnitud se declara fuera del continente africano. La situación afecta actualmente a más de 514 mil personas, con proyecciones que podrían elevar la cifra hasta 641 mil hacia finales de septiembre si no se permite el ingreso de ayuda humanitaria.
El informe, elaborado por la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (CIF) y respaldado por la ONU, califica esta tragedia como una catástrofe predecible y evitable, originada por el bloqueo israelí que impide el acceso de alimentos y medicinas. Hasta ahora, las agencias humanitarias reportan al menos 271 muertes, entre ellas 112 niños, mientras que decenas de miles de mujeres embarazadas y lactantes se encuentran en riesgo crítico.
El secretario general de la ONU, António Guterres, responsabilizó directamente a Israel como potencia ocupante por el deterioro humanitario y llamó a garantizar el acceso inmediato de insumos básicos. Por su parte, el gobierno de Benjamín Netanyahu descalificó el reporte, calificándolo de “mentira descarada” y acusando a Hamas de manipular la situación.
Mientras tanto, organizaciones como Oxfam y Médicos Sin Fronteras denunciaron el uso del hambre como arma de guerra y recordaron que el acceso de convoyes con víveres sigue siendo mínimo frente a las necesidades. Desde el Reino Unido y otros países europeos se ha pedido un alto al fuego inmediato y la apertura de corredores humanitarios, advirtiendo que la comunidad internacional enfrenta un fracaso moral sin precedentes.