
Ciudad Juárez, Chih.— La pesadilla continúa. Lo que parecía una escena sacada de una serie de terror es la cruda realidad que enfrenta Ciudad Juárez, luego de que se confirmara la detención de tres personas vinculadas al espeluznante hallazgo de 386 cuerpos almacenados en condiciones deplorables en el Crematorio Plenitud, ubicado en la colonia Granjas Polo Gamboa.
Los ahora detenidos son José Luis A. C., propietario del crematorio, y su trabajador Facundo M. R., quienes fueron capturados por agentes de la Fiscalía General del Estado y recluidos en el CERESO Estatal No. 3. Durante los cateos en sus domicilios, ubicados en los fraccionamientos Villas del Bravo e Infonavit Casas Grandes, fueron asegurados documentos clave para la investigación.
El tercer detenido es Miguel Ángel A. O., encargado de la Funeraria Del Carmen, arrestado tras un cateo en sus instalaciones, donde fue localizado un cadáver en estado de descomposición. La intervención se dio luego de que una familia denunciara que, tras contratar el servicio fúnebre en junio, jamás les entregaron los restos ni las cenizas de su ser querido.
Durante su audiencia de imputación, el Ministerio Público lo acusó formalmente por delitos relacionados con inhumación ilegal y violación a la conservación y al respeto de cadáveres. Lo más grave: la Funeraria Del Carmen tenía suspendidas sus operaciones desde el 10 de octubre de 2024, pero aún así continuaba trabajando y contratando servicios con el infame Crematorio Plenitud.
Y esto apenas comienza… porque otras funerarias también están bajo la lupa, al haber recurrido a los servicios de Plenitud para incineraciones. Entre ellas:
- Amor Eterno.
- Luz Divina.
- Latinoamericana.
- Protecto Deco.
Familias afectadas por este escándalo se han manifestado afuera de las instalaciones de la Funeraria Del Carmen, exigiendo justicia y verdad. Muchos temen que los restos de sus familiares hayan sido mal manejados, extraviados o incluso almacenados durante meses en condiciones inhumanas.
La Fiscalía continúa con las investigaciones mientras la indignación crece. Ciudad Juárez exige respuestas.