
En otra muestra de que el internet perdió la vergüenza hace tiempo, la cuenta oficial de Elmo en X (antes Twitter) fue hackeada este domingo y utilizada para publicar mensajes ofensivos: insultos raciales, declaraciones antisemitas y ataques a Donald Trump, junto con teorías conspirativas sobre Jeffrey Epstein.
Sí, Elmo. El muppet rojo e inocente que enseña a contar. Durante varias horas, su perfil verificado se convirtió en un canal de odio digital. Los hackers publicaron frases como “Kill all Jews”, mensajes racistas y exigencias como “RELEASE THE FILES”, insinuando que Trump estaría implicado en los archivos de Epstein. También lo llamaron “marioneta de Netanyahu”, entre otros improperios sacados de algún rincón oscuro de internet.
La reacción fue inmediata: capturas de pantalla inundaron X y “Elmo” se volvió tendencia global. Algunos usuarios pensaron que era una estrategia de marketing retorcida, pero Sesame Workshop confirmó que se trató de un hackeo. La organización condenó los mensajes como “repugnantes” y aseguró estar trabajando para recuperar la cuenta. X, por su parte, eliminó los tuits y limitó temporalmente la actividad, sin mucho más que agregar.
La viralización fue tan absurda como inquietante: políticos, influencers y periodistas comentaron entre bromas y shock. Desde senadores que dijeron estar “marcados de por vida por Elmo”, hasta congresistas que culparon a los recortes de PBS. Un editor incluso bromeó que Elmo podría ganar unas primarias demócratas solo con esos tuits.
Aunque parezca una comedia, el caso dejó preocupaciones serias sobre la seguridad en X, plataforma cada vez más permisiva con el discurso de odio. Que ni Elmo esté a salvo dice mucho del caos actual en redes sociales.
La cuenta fue restaurada y Elmo volvió a su tono habitual. Pero el daño simbólico está hecho: si hasta él puede ser tomado por los trolls, ¿quién sigue?