
Cinco años de incertidumbre y lucha terminaron en tragedia tras el hallazgo de los restos de Rafael “Rafita” Huerta Vega, desaparecido desde el 6 de octubre de 2020, cuando tenía apenas 12 años. El menor fue hallado enterrado en el patio de la casa donde vivía con su padre y su madrastra, en la colonia Playas del Sur de Puebla.
La denuncia fue inicialmente presentada cuando la madrastra de Rafita afirmó que lo envió a comprar frijoles, y el niño nunca regresó. En cuestión de dos días, su padre, la madrastra y las hijas de ella abandonaron el domicilio, dejando tras de sí un vacío que se prolongó durante más de 4 años.
Aunque las primeras inspecciones en noviembre de 2020 no arrojaron resultados, fue hasta abril de 2025 cuando, presionada por colectivos de madres buscadoras, la Fiscalía de Puebla ejecutó un nuevo cateo. Ahí se descubrieron restos óseos enterrados en el patio.
El proceso para confirmarlos fue lento debido a la contaminación por un hongo rojo, lo que impidió resultados inmediatos. La identificación con base en ADN finalmente se confirmó el 11 de junio, cuando la fiscal Idamis Pastor anunció que los restos corresponden a Rafita.
Presuntos responsables aún prófugos
La principal sospechosa es María Elva “N”, madrastra del menor, mientras que el padre, Alfredo Huerta, también está señalado. Ambos han permanecido en calidad de prófugos desde 2020; no se conoce su paradero actual.
Reacción social y exigencia de justicia
Organizaciones como el colectivo “Voz de los Desaparecidos en Puebla” y la madre biológica, Teresa Vega, han sostenido la búsqueda durante todo este tiempo. El colectivo emitió un mensaje:
“Hoy la búsqueda terminó… Q.E.P.D Rafita”.
Este caso ha reavivado la indignación en redes y medios, y pone en evidencia la lentitud y deficiencias en protocolos de búsqueda de menores en México.
Un sistema en crisis: ¿otra historia de impunidad?
El caso de Rafita refleja un problema sistémico: desapariciones de menores que no sólo no se resuelven, sino que se prolongan con retrasos dramáticos en investigaciones clave. La demora en acciones legales y la falta de resultados tempranos cuestionan la eficacia de las autoridades. Mientras no haya detenciones, el país enfrenta una vez más la sombra de la impunidad.
Perspectivas a seguir
- Avance de las órdenes de aprehensión contra la madrastra y el padre.
- Fortalecimiento de protocolos de búsqueda inmediata y efectiva de menores.
- Apoyo institucional a colectivos y familiares afectados.