
Washington, D.C.— La Corte Suprema de Estados Unidos ha aceptado revisar una propuesta del presidente Donald Trump que busca limitar la ciudadanía automática por nacimiento, una medida que podría poner fin a una práctica muy común en la frontera: cruzar a Estados Unidos para dar a luz y asegurar la doble nacionalidad de los hijos.
Actualmente, la Enmienda 14 de la Constitución estadounidense garantiza la ciudadanía a toda persona nacida en territorio estadounidense, independientemente del estatus migratorio de sus padres. Esta disposición ha sido utilizada por miles de familias mexicanas, especialmente en ciudades como Ciudad Juárez y Chihuahua, que viajan a lugares como El Paso, Texas, con la intención de que sus hijos nazcan con la nacionalidad estadounidense.
La propuesta de Trump busca reinterpretar este derecho, argumentando que se trata de un “vacío legal” que fomenta el llamado “turismo de parto”. De ser aprobada, esta iniciativa representaría un cambio histórico en la política migratoria de EE.UU. y afectaría directamente a comunidades binacionales que han visto en esta práctica una forma de ofrecer mayores oportunidades a sus hijos.
Mientras tanto, el debate crece a ambos lados de la frontera. Lo que para unos es una estrategia de vida, para otros representa un abuso del sistema. Pero una cosa es clara: si la Corte da luz verde a esta iniciativa, podríamos estar presenciando el fin de una tradición profundamente arraigada en la frontera norte de México.