
Foto: Associated Press (AP).
La tensión en Europa del Este se recrudece luego de que Rusia lanzara un ataque masivo con drones explosivos contra Ucrania este sábado 27 de abril, apenas horas después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuestionara públicamente la disposición de Vladimir Putin para alcanzar la paz.
De acuerdo con autoridades ucranianas, fueron desplegados 149 drones de tipo kamikaze, de los cuales 57 fueron interceptados y otros 67 bloqueados mediante interferencias electrónicas. Sin embargo, el ataque dejó al menos cuatro muertos y múltiples heridos en las regiones de Donetsk, Dnipropetrovsk, Odesa y Zhytomyr.
El recrudecimiento de los ataques ocurre tras el encuentro entre Trump y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en Roma, durante los funerales del Papa Francisco. Desde ahí, el mandatario estadounidense instó a Putin a “detener los disparos y sentarse a negociar”, en un intento de presionar hacia un acuerdo de paz, a pesar de que las negociaciones impulsadas por Washington enfrentan fuertes obstáculos.
Entre los temas más polémicos está la propuesta estadounidense de reconocer el control ruso sobre Crimea y otras regiones ocupadas, a cambio de un alto el fuego y la flexibilización de algunas sanciones, un planteamiento que Zelenski ha rechazado rotundamente, insistiendo en que ningún gobierno ucraniano puede renunciar a territorios soberanos sin consultar primero a su población.
La violencia continúa escalando: apenas el 24 de abril, Kiev sufrió su ataque más mortífero en casi un año, dejando al menos 12 muertos y más de 90 heridos. Mientras tanto, la presión diplomática crece para alcanzar un acuerdo antes del día 100 del segundo mandato de Trump, aunque las posibilidades de un alto el fuego inmediato parecen lejanas.