
Por: Redacción Eco del Norte
En un movimiento que ha generado controversia, Estados Unidos entregó a México a 13 ciudadanos mexicanos condenados por delitos relacionados con el tráfico de drogas. Los reclusos fueron entregados en la garita internacional de Santa Teresa, en El Paso, Texas, y trasladados al Centro Federal de Reinserción Social (Cefereso) No. 4 “Noroeste” en Tepic, Nayarit, donde continuarán cumpliendo sus sentencias.
Los prisioneros, sentenciados por distribución de sustancias como fentanilo, cocaína y metanfetamina, solicitaron su traslado a México para cumplir el resto de sus condenas. La transferencia fue aprobada por ambos gobiernos y se realizó bajo un operativo conjunto que incluyó a la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional y el Servicio de Protección Federal.
Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, esta medida representa un ahorro de más de tres millones de dólares al eliminar los costos de encarcelamiento por los 75 años restantes de las sentencias combinadas de los reclusos.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México informó que la repatriación se llevó a cabo con base en acuerdos internacionales en materia de reinserción social. Sin embargo, las identidades de los reclusos no han sido reveladas.
Este traslado se produce en un contexto de creciente cooperación entre México y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, aunque también ha suscitado críticas sobre la efectividad de las políticas de reinserción social y la capacidad del sistema penitenciario mexicano para manejar a estos reclusos de alto perfil.
