
El Gobierno del Estado anunció que asignará más unidades de transporte público para estudiantes de la UACJ, en la ruta Oriente-Poniente, para garantizar el servicio hasta las 9:50 de la noche, hora en que termina la última clase.
Según dijeron, realizarán un “estudio técnico” tras Semana Santa para ver cuántos camiones se necesitan, a qué horas y con qué frecuencia. Todo muy medido y programado. Muy institucional.
Lo que no dicen, es que mientras planean sus rutas, los alumnos siguen saliendo a una zona desolada, con pocas luminarias y casi nula presencia policial. A esa hora, la salida universitaria se convierte en una ruleta rusa entre calles vacías y oscuras.
¿Más camiones? Bien. ¿Pero quién cuida que lleguen vivos a la parada? Porque con el repunte de delitos y la soledad de la zona, el verdadero trayecto peligroso no es el camión… es llegar a él.