
El sábado 5 de abril, durante el desarrollo del Festival Axe Ceremonia 2025 en el Parque Bicentenario de la Ciudad de México, ocurrió un lamentable accidente que dejó como saldo dos personas fallecidas. Los fotógrafos Berenice Giles Rivera y Miguel Ángel Rojas Hernández perdieron la vida tras la caída de una estructura metálica, presuntamente ocasionada por una ráfaga de viento mientras se realizaban pruebas de sonido.
De acuerdo con información oficial, la estructura no habría estado contemplada en el permiso autorizado por la alcaldía Miguel Hidalgo, según indicó el alcalde Mauricio Tabe. En consecuencia, el recinto fue clausurado y la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México abrió una carpeta de investigación para deslindar responsabilidades.
El festival fue organizado por Grupo ECO, una empresa fundada por Diego Jiménez Labora, quien también ha estado detrás de otros eventos musicales como Trópico y Bravo, y actualmente administra el Auditorio BB. La marca “Ceremonia” fue registrada a su nombre en 2013 y ha sido transferida entre empresas donde él mantiene participación, como Bravo por Ceremonia y La Agencia de los Socios.
En redes sociales, usuarios han señalado también la participación de Andrés Méndez Cásares, presuntamente vinculado al círculo cercano de Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador. También se ha mencionado la supuesta cercanía con la actual secretaria de Cultura federal, Claudia Curiel de Icaza, aunque ninguna de estas relaciones ha sido confirmada oficialmente.
Hasta el momento, los organizadores no han emitido un comunicado público sobre lo ocurrido. La cuenta de Instagram de Jiménez Labora fue cerrada tras el incidente, lo cual ha generado críticas en redes sociales por la falta de transparencia y empatía ante la tragedia.
Mientras tanto, la comunidad fotográfica y artística ha comenzado a organizar actos de protesta y homenaje frente al Parque Bicentenario, exigiendo que el caso no quede impune y que se refuercen las medidas de seguridad en eventos culturales de esta magnitud.
Las investigaciones continúan en curso, y aunque los reflectores del festival ya se apagaron, el escrutinio apenas comienza para quienes están detrás del evento.
