
Ciudad Juárez, Chihuahua.- Este jueves pasado, al cumplirse dos años del trágico incendio en la estación migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM) que cobró la vida de 40 migrantes, diversas organizaciones de derechos humanos, colectivos y representantes de la Iglesia Católica se congregaron en una emotiva vigilia sobre la avenida General Rivas Guillén para honrar la memoria de las víctimas y exigir justicia.
La ceremonia, organizada por Derechos Humanos Integrales en Acción (DHIA), incluyó actividades y performances que recordaron la magnitud de la tragedia y la urgencia de respuestas por parte de las autoridades. Asistentes portaban pancartas, flores y fotografías de los fallecidos, en un claro mensaje de que la memoria de los migrantes perdura y la demanda de justicia sigue vigente.
El incendio, ocurrido el 27 de marzo de 2023 en el Centro de Estancia Temporal para Migrantes (CETEM) de Ciudad Juárez, dejó además 27 heridos y puso en evidencia las condiciones inhumanas en las que se encontraban los migrantes detenidos. Según informes, el fuego se inició cuando algunos detenidos prendieron fuego a colchonetas en protesta por su inminente deportación y las deplorables condiciones de reclusión.
A pesar de las promesas de investigación y justicia, familiares y activistas denuncian que, dos años después, la impunidad prevalece. El comisionado del INM, Francisco Garduño, enfrenta un proceso judicial por ejercicio indebido de la función pública relacionado con el incidente; sin embargo, continúa en su cargo, lo que ha generado indignación y desconfianza en las instituciones.
En un intento por reparar el daño, el INM ha anunciado que ofrecerá una disculpa pública a las víctimas y sus familias el próximo 16 de abril. No obstante, para muchos, este gesto resulta insuficiente sin acciones concretas que garanticen la no repetición de tragedias similares y el respeto a los derechos humanos de los migrantes en México.
La vigilia concluyó con la lectura de los nombres de los 40 migrantes fallecidos, un recordatorio sombrío de las vidas perdidas y un llamado urgente a las autoridades para que cumplan con su deber de proteger a quienes buscan en México un refugio seguro.
