
En un impactante golpe al corazón de la justicia mexicana, Alejandra O.R., presunta empleada de la Fiscalía General de la República (FGR), fue detenida en la ciudad de Chihuahua capital en posesión de 17 kilogramos de cristal, una cantidad suficiente para envenenar a miles.
La Fiscalía Especializada en Operaciones Estratégicas, actuando bajo una orden de cateo, irrumpió en la residencia de Alejandra, ubicada en la calle Francia de la colonia CTM. Allí, descubrieron 44 envoltorios transparentes que contenían una sustancia cristalina, identificada como metanfetamina, con un peso aproximado de 17 kilogramos. Esta cantidad equivale a 42,500 dosis, con un valor estimado en el mercado negro de 2 millones 125 mil pesos.
Pero eso no es todo. Las autoridades también encontraron diversas bolsas con un polvo blanco fino, empaques pequeños tipo ziploc de color morado y la asombrosa cantidad de 81 mil pesos en efectivo. Además, tres vehículos de lujo fueron asegurados en el lugar: un Ford Mustang dorado, un Nissan Altima gris y una camioneta Dodge Ram roja.
La FGR ha descartado que la droga localizada sea producto de algún decomiso oficial, y ha señalado que Alejandra O.R. fungía como personal de apoyo administrativo.
Este escándalo pone en tela de juicio la integridad de las instituciones encargadas de combatir el narcotráfico en el país. La ciudadanía exige respuestas y acciones contundentes para erradicar la corrupción que parece permear hasta los niveles más altos de la justicia mexicana.