
México está contra las cuerdas en una de las negociaciones comerciales más tensas de los últimos años. Donald Trump ha lanzado una advertencia clara: si el Gobierno mexicano no endurece sus políticas de seguridad y control migratorio, habrá aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas. La presidenta Claudia Sheinbaum ha intensificado los esfuerzos diplomáticos para evitar un golpe económico que afectaría sectores clave como el automotriz, manufacturero y agroindustrial.
NEGOCIACIONES EN WASHINGTON
Funcionarios del Gabinete de Seguridad, encabezados por la Secretaría de Seguridad, Defensa y Marina, viajaron a Washington para reunirse con el secretario de Estado, Marco Rubio. México presentó sus avances en la lucha contra el crimen organizado, destacando la detención de más de 13,000 criminales y el aseguramiento de toneladas de fentanilo y armas en los últimos meses. Sin embargo, la Casa Blanca considera que los esfuerzos aún no son suficientes.
CONDICIONES IMPUESTAS POR TRUMP
El Gobierno de EE.UU. no solo exige más seguridad y control migratorio, sino que ha condicionado la prórroga arancelaria a que México frene la inversión china en sectores estratégicos como tecnología y semiconductores. En respuesta, la administración de Sheinbaum ha comenzado a aplicar aranceles del 25% a productos tecnológicos chinos, alineándose con los intereses comerciales de Washington.
¿QUÉ ESTÁ EN JUEGO?
Si Trump impone los aranceles, México enfrentará un golpe económico devastador. La relación comercial con EE.UU. representa más del 80% de sus exportaciones, y un aumento en los costos afectaría directamente a la industria, los trabajadores y los consumidores. Además, el dilema geopolítico es evidente: ceder ante Trump podría significar perder influencia con China, el segundo mayor socio comercial del país.
¿HASTA CUÁNDO LA TREGUA?
La amenaza arancelaria se ha pospuesto hasta el 2 de abril, pero la incertidumbre persiste. Sheinbaum apuesta todo en la diplomacia, pero el reloj avanza y Trump mantiene la presión. México está en una posición delicada, con la urgencia de fortalecer su postura sin arriesgar su relación con el gigante del norte.