
Ismael “El Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, ha solicitado formalmente su repatriación desde una prisión en Nueva York, argumentando violaciones al debido proceso y el riesgo de enfrentar la pena de muerte en Estados Unidos. Su abogado, Juan Manuel Delgado, afirma que Zambada está dispuesto a declararse culpable si se le garantiza que no será ejecutado.
La presidenta Claudia Sheinbaum enfrenta un dilema: intervenir en el caso para defender la soberanía nacional y los derechos humanos, o evitar tensiones con el gobierno de Donald Trump, quien ha intensificado la lucha contra los cárteles mexicanos.
El fiscal general de México, Alejandro Gertz Manero, ha criticado a Estados Unidos por no responder a la solicitud de extradición de Zambada, enfatizando la necesidad de colaboración entre ambos países.
Mientras tanto, el futuro de “El Mayo” Zambada pende de un hilo, en medio de un complejo entramado legal y diplomático que podría redefinir las relaciones entre México y Estados Unidos en materia de justicia y seguridad.