
El empresario inmobiliario Óscar Otero vuelve a ser noticia, pero no por sus desarrollos, sino por sus ya tradicionales arranques de furia. Esta vez, el escenario fue la fila del puente Libre, donde, según testigos, Otero decidió que esperar su turno era demasiado mundano para alguien de su talla.
Todo empezó cuando, al intentar colarse en la fila con su lujosa BMW, un conductor de una Mazda osó negarle el paso. ¿La solución de Otero? Bajar de su vehículo y propinarle un puñetazo al “atrevido”, porque claro, nada dice “paciencia” como resolver un desacuerdo vial a golpes. Ambos fueron detenidos por agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), quienes probablemente ya estén considerando instalar un carril exclusivo para los arrebatos del empresario.
Este episodio no sorprende a nadie. En 2019, Otero ya había mostrado su talento para los altercados públicos al pelearse con su hermano por una cuenta en el exclusivo restaurante Ardeo. Aquella vez, las cámaras captaron el drama familiar digno de telenovela, con empujones incluidos. Tal vez sea hora de que alguien le regale un curso de manejo de la ira… o al menos un pase exprés para evitar las filas.
CBP no ha emitido declaraciones, quizás porque ya no saben si abrir un expediente o una serie documental con las aventuras temperamentales de Otero.