
Lo que parecía una historia de amor y desamor terminó en tragedia. Marianne Gonzaga, influencer de 17 años, fue detenida por presuntamente apuñalar a Valentina Gilabert, la novia de su expareja. El ataque ocurrió en la CDMX tras una discusión que escaló a violencia. Ahora enfrenta cargos por lesiones graves y se analiza si podría ser acusada de tentativa de feminicidio. Mientras tanto, su familia buscaría llevarla a España, lo que ha desatado indignación en redes.
Este caso ha generado un fuerte debate, pero también nos obliga a reflexionar sobre un tema más profundo: ¿quiénes son los influencers a los que seguimos y por qué les damos tanto poder? En los últimos años, muchas figuras han ganado popularidad no por su talento o impacto positivo, sino por la polémica y el escándalo. El morbo y el drama generan más seguidores que el contenido de valor, y cuando estos personajes cruzan la línea, la indignación es inmediata… pero el ciclo se repite.
Las redes sociales reflejan no solo a quienes se vuelven famosos, sino también a la sociedad que los impulsa. ¿Es momento de reflexionar sobre a quién dirigimos nuestra atención y qué tipo de influencia permitimos en nuestro entorno?