
El gobierno de Claudia Sheinbaum enfrenta uno de sus mayores desafíos con la entrada en vigor de los aranceles del 25% impuestos por Donald Trump a las exportaciones mexicanas. Mientras México se consolida como el principal socio comercial de Estados Unidos, esta medida amenaza sectores estratégicos como el automotriz, el manufacturero y el agroindustrial, afectando miles de empleos. En respuesta, la presidenta sostuvo una reunión con empresarios para evaluar estrategias que minimicen el impacto económico y reforzar el “Plan México”, una iniciativa que busca atraer 277 mil millones de dólares en inversión y fortalecer la producción nacional.
Además del frente comercial, la administración de Sheinbaum enfrenta una crisis migratoria con el aumento de deportaciones desde Estados Unidos. En la primera semana del segundo mandato de Trump, más de 4,000 connacionales fueron repatriados, lo que llevó al gobierno a implementar el programa “México te abraza”, en coordinación con el sector privado. Este plan tiene como objetivo garantizar empleo a los migrantes retornados, con una primera meta de 50 mil plazas laborales para facilitar su reinserción social y económica.
El panorama es incierto, pero México busca mantener una posición firme en las negociaciones con su mayor socio comercial. Mientras el gobierno trabaja en alternativas para mitigar los efectos de los aranceles, también refuerza su compromiso con el sector productivo y con los trabajadores que podrían verse afectados.
La relación bilateral con Estados Unidos atraviesa un periodo de tensiones económicas y migratorias, y los próximos meses serán clave para definir el rumbo del país en ambos frentes.