
El gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, ha llevado a cabo ataques aéreos en Somalia dirigidos contra objetivos del grupo terrorista ISIS. Según fuentes oficiales, la operación consistió en un “golpe de precisión” que eliminó a varios combatientes sin causar bajas civiles.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, declaró que esta ofensiva forma parte de los esfuerzos estadounidenses para “proteger la estabilidad global”. Mientras tanto, diversos medios internacionales han destacado la efectividad de los ataques y el impacto de la estrategia militar en la región.
Sin embargo, este tipo de intervenciones han generado cuestionamientos sobre la verdadera intención de las operaciones, avivando el debate sobre si se trata únicamente de combatir el terrorismo o de fortalecer la influencia de Estados Unidos en África.