
Más de 1,500 migrantes emprendieron una nueva caravana desde Tapachula, Chiapas, rumbo a Estados Unidos, desafiando las estrictas medidas migratorias impuestas por el gobierno estadounidense bajo la administración de Donald Trump. Esta movilización, que incluye familias completas con niños pequeños, refleja la desesperación de quienes buscan escapar de condiciones adversas en sus países de origen.
Algunos migrantes, como el cubano Oniel Ruiz, de 41 años, justifican su decisión argumentando la crítica situación en sus países de origen. “Queremos buscar un mejor futuro para nuestras familias”, afirmó Ruiz, mientras se unía a la multitud.
Esta es la decimocuarta caravana en cuatro meses que parte de la frontera sur, con un total aproximado de 20,000 personas que han optado por esta ruta, a pesar de los peligros del trayecto y las advertencias de las autoridades.
El fenómeno migratorio sigue siendo un desafío complejo para México y Estados Unidos, cuyas autoridades enfrentan presiones crecientes para abordar la crisis de manera efectiva.