
Donald Trump retoma hoy la presidencia de los Estados Unidos y planea declarar una emergencia nacional en la frontera con México como una de sus primeras medidas de gobierno. Esta acción tiene como objetivo redirigir recursos del Pentágono para reforzar la seguridad fronteriza, construir infraestructura y reimplementar la política “Remain in México”, que obligaría a solicitantes de asilo a permanecer en ciudades mexicanas como Ciudad Juárez mientras se resuelven sus casos.
La declaración podría tener graves repercusiones en esta frontera. Con miles de migrantes esperando respuesta a sus solicitudes de asilo, Ciudad Juárez ya enfrenta una saturación en refugios y servicios básicos. De implementarse estas medidas, el flujo migratorio podría incrementar, generando tensiones sociales y económicas, además de un aumento en los riesgos humanitarios para las personas migrantes.
En el ámbito bilateral, las medidas podrían deteriorar la relación entre México y Estados Unidos, impactando sectores clave como la maquiladora y el comercio transfronterizo.
Además, la incertidumbre que genera este anuncio amenaza con desestabilizar los avances logrados en cooperación y seguridad regional, lo que impactaría directamente a las comunidades locales.