Miles de migrantes mexicanos, junto con otros grupos de inmigrantes, llevan a cabo un paro laboral y de consumo en diversas ciudades de Estados Unidos. La manifestación, que comenzó el 10 de enero y se extenderá hasta el 18 del mismo mes, busca resaltar la importancia de la mano de obra migrante en la economía estadounidense y expresar su rechazo a las políticas migratorias anunciadas por la próxima administración de Donald Trump.
En Chicago, Illinois, una de las ciudades con mayor concentración de migrantes mexicanos, organizaciones pro-migrantes y la comunidad mexicana han coordinado esfuerzos para llevar a cabo este paro. Fernando Fuentes, propietario de una empresa de limpieza, decidió suspender completamente las operaciones de su negocio durante la protesta. “El paro afectaría de manera visible, ya que mandaríamos ese mensaje que queremos mandar a esta nueva administración, de que la mano de obra migrante es muy importante en la economía de este país”, declaró Fuentes.
Elvira Arellano, reconocida activista migrante en Chicago, enfatizó la necesidad de demostrar la relevancia de los migrantes en Estados Unidos. “Tenemos que hacerle saber y dejarles visible que esto afectaría la economía de este país”, afirmó.
La convocatoria al paro se ha extendido a estados como California, Nueva York y Texas, donde la comunidad migrante ha organizado manifestaciones pacíficas y ha evitado consumir productos de grandes franquicias. El movimiento, inspirado en la película “Un día sin mexicanos” de Sergio Arau, busca que las empresas y cadenas en Estados Unidos reconozcan la humanidad y el valor económico de los migrantes.
Este paro laboral y de consumo se produce en un contexto de creciente incertidumbre entre la comunidad migrante en Estados Unidos. Con la inminente asunción de Donald Trump como presidente el 20 de enero, se estima que aproximadamente 4.9 millones de mexicanos en situación irregular podrían estar en riesgo de deportación. La posible separación de familias y la deportación de personas que han construido sus vidas en Estados Unidos durante años son algunas de las principales preocupaciones de la comunidad migrante.
Los organizadores del paro han manifestado que, de no obtener una respuesta favorable, considerarán la posibilidad de extender las acciones de protesta en el futuro. “Estamos listos para apoyar el movimiento de ‘Un día sin mexicanos’ y, si es posible, una semana, de modo que se planea que volteen a ver qué importantes somos como migrantes”, señaló Jorge Bolaños, pastor y promotor de los derechos migrantes en California.
La comunidad migrante espera que estas acciones pacíficas generen conciencia sobre su contribución esencial a la economía y la sociedad estadounidenses, y que se promueva un diálogo constructivo en torno a las políticas migratorias en el país.