Ismael “El Mayo” Zambada, líder histórico del Cártel de Sinaloa, enfrentó una audiencia clave en Nueva York. La Fiscalía busca aplicar la pena de muerte, argumentando su papel en la crisis de opioides en Estados Unidos y su liderazgo en la organización criminal.
Fuentes cercanas al caso indican que Zambada podría optar por colaborar con las autoridades, revelando información crucial sobre políticos y figuras de alto perfil en México, incluyendo a ex presidentes de la república. Expertos afirman que esta estrategia tendría un efecto dominó, destapando una red de complicidad que impactaría a los niveles más altos del poder político.
Con su captura, el cártel enfrenta tensiones internas, desatando violencia en busca del control. Las repercusiones de este caso prometen cimbrar tanto a México como a Estados Unidos, y podrían marcar un antes y un después en la relación entre política y narcotráfico.