
La presidenta Claudia Sheinbaum presentó el “Plan México”, una estrategia diseñada para posicionar al país entre las diez economías más grandes del mundo.
Este plan propone una inversión de 277 mil millones de dólares y la creación de 1.5 millones de empleos, con metas como elevar la inversión al 25% del PIB y que el 50% del consumo nacional provenga de productos hechos en México. También se busca reducir los trámites de inversión de 2.6 años a 1 año y fortalecer sectores clave como el automotriz y el aeroespacial.
Sin embargo, el ambicioso proyecto enfrenta desafíos considerables. Requiere una inversión anual equivalente al 9% del PIB, en un contexto donde el déficit fiscal ya alcanza el 3%. Además, implementar mejoras en infraestructura, atraer capital privado y reducir la burocracia demandará esfuerzos coordinados y transparencia.
Analistas advierten que, sin continuidad entre administraciones y una gestión eficiente, el Plan México podría quedar como una promesa incumplida.