
En Chihuahua, después de más de trece años de lucha y un proceso judicial que parecía interminable, la familia Muñoz ha recibido una respuesta. Víctor Hugo G. ha sido sentenciado a 25 años de prisión por su implicación en la desaparición de ocho miembros de la familia en 2011, un crimen que impactó profundamente a la comunidad. Esta condena llega tras una larga batalla legal que finalmente llevó a la justicia a identificar al responsable.
El fallo, aunque un paso adelante, no termina con el sufrimiento de los afectados. Además de la condena, se ordenaron medidas para la reparación del daño, incluyendo la atención psicológica a los familiares y la obligación de continuar la búsqueda de los desaparecidos.
Sin embargo, el Centro de Justicia para las Mujeres (Cedehm) subraya que esta sentencia resalta la necesidad de una reforma profunda en el tratamiento de las desapariciones forzadas, un fenómeno que sigue dejando a miles de familias sin respuestas en México.
La tragedia que llevó a la desaparición de la familia Muñoz ocurrió el 19 de junio de 2011, durante una celebración del Día del Padre en la comunidad de Anáhuac, en el estado de Chihuahua. En esa fecha, un grupo armado, haciéndose pasar por agentes de la Policía Federal, secuestró a los hombres de la familia. A pesar de los intentos de alerta a las autoridades locales, no hubo respuesta, y la investigación ha dejado entrever la posible complicidad de fuerzas de seguridad.
No obstante, la Fiscalía nunca trató el caso como una desaparición forzada, y la verdad sobre el destino de los desaparecidos sigue siendo un enigma sin resolver.