Un devastador terremoto de magnitud 7,1 (según el Servicio Geológico de EE.UU.) azotó la ciudad sagrada de Shigatse, en el Tíbet, este martes a las 9:00 hora local.
El sismo, con una profundidad de 10 kilómetros, dejó al menos 126 personas muertas y 188 heridas en el lado tibetano, además de causar daños a más de 1,000 edificios. El epicentro se ubicó a 80 kilómetros al norte del Everest, afectando también a Nepal, Bután y partes de la India, aunque en estos países no se reportaron pérdidas humanas ni materiales significativas.
El presidente chino, Xi Jinping, ordenó redoblar esfuerzos de rescate para minimizar las víctimas y asegurar condiciones seguras para los afectados. Más de 1,500 bomberos y rescatistas han sido desplegados, junto con drones y equipos especializados. Además, se enviaron 22,000 artículos de emergencia, como tiendas de campaña y abrigos.
La región enfrenta interrupciones en los servicios de agua y electricidad, mientras continúan registrándose réplicas.