En un giro inesperado digno de una novela de misterio, la jirafa del Zoológico de Culiacán, reportada como desaparecida, en realidad falleció el 15 de septiembre de 2024. La noticia salió a la luz recientemente, dejando a muchos preguntándose cómo una criatura de casi seis metros pudo “perderse” sin que nadie se diera cuenta.
La cronología de la confusión
- Septiembre 2024: La jirafa fallece en el zoológico. Las causas de su muerte no fueron divulgadas en su momento.
- Diciembre 2024: La ausencia de la jirafa se vuelve tema de conversación pública. Las autoridades locales, al ser cuestionadas, parecían desconocer el paradero del animal, lo que llevó a especulaciones sobre su desaparición.
- 27 de diciembre de 2024: El Zoológico de Culiacán emite un comunicado confirmando que la jirafa había fallecido meses atrás, aclarando que no estaba desaparecida, sino que su deceso no se había informado oportunamente.
Reacciones y preguntas sin respuesta
La revelación tardía ha generado una mezcla de sorpresa e indignación entre la ciudadanía y defensores de los derechos de los animales. Muchos se preguntan por qué la muerte de un animal tan emblemático no fue comunicada en su momento y qué protocolos existen para manejar este tipo de situaciones.
Además, la falta de transparencia ha llevado a cuestionamientos sobre las condiciones en las que se encuentran los animales en el zoológico y la gestión de la información por parte de las autoridades responsables.
Un precedente preocupante
Este incidente no es aislado. En años anteriores, otros zoológicos del país han enfrentado críticas por la gestión y bienestar de sus animales. La situación de la jirafa en Culiacán resalta la necesidad de una mayor supervisión y transparencia en estas instituciones para garantizar el bienestar de los animales y mantener informada a la comunidad.
Conclusión
Mientras las autoridades intentan aclarar los detalles y motivos detrás de la falta de comunicación, la comunidad permanece atenta y exige respuestas claras. Este caso sirve como recordatorio de la importancia de la transparencia y la responsabilidad en la gestión de instituciones que albergan y cuidan de la fauna.