
Este 16 de diciembre se cumplen 14 años del asesinato de Marisela Escobedo Ortiz, activista y madre que se convirtió en símbolo de la lucha contra la impunidad y la violencia feminicida en México.
Marisela fue asesinada frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua mientras exigía justicia por el feminicidio de su hija, Rubí Marisol Frayre, de 16 años, asesinada en 2008 por su pareja, Sergio Rafael Barraza Bocanegra, quien fue absuelto pese a haber confesado el crimen.
La incansable búsqueda de justicia llevó a Marisela a recorrer el país y enfrentar amenazas, hasta instalarse en plantón en Chihuahua, donde fue asesinada a quemarropa.
Su caso evidenció la negligencia de las autoridades, provocando recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para que se investigaran las omisiones y faltas de las autoridades involucradas en el caso, pero, a la fecha, la justicia plena sigue sin alcanzarse.
A 14 años, su legado permanece vivo en la memoria colectiva y en la lucha de mujeres que exigen justicia y seguridad ante la violencia de género.