Después de 12 años en el mercado, Michael Jordan logró vender su icónica mansión ubicada en Highland Park, Illinois. La propiedad, valorada originalmente en 29 millones de dólares, se vendió por solo 9,5 millones, lo que representa una reducción del 67% respecto a su precio inicial.
La mansión, famosa por su exclusividad y personalización, cuenta con siete acres de terreno, cancha de baloncesto, gimnasio, biblioteca, nueve dormitorios, 19 baños y piscina, además del distintivo número 23 en su entrada, en honor al legendario dorsal que Jordan usó con los Chicago Bulls.
La larga permanencia de la propiedad en el mercado se atribuyó a su personalización excesiva, altos costos de mantenimiento y ubicación.
El comprador, cuyo nombre se mantiene en reserva, debió firmar un contrato de confidencialidad antes de visitar la residencia.
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