
En un ataque aéreo realizado el pasado viernes por la noche, Israel impactó un edificio residencial en el centro de Beirut, dejando un saldo preliminar de al menos 20 muertos. El bombardeo forma parte de una serie de acciones militares dirigidas contra objetivos asociados a Hezbollah.
Fuentes locales señalan que, aunque inicialmente se especuló sobre la presencia de líderes de alto rango de Hezbollah en el lugar, no se han reportado bajas de alto perfil dentro de la organización.
Este operativo se enmarca en la estrategia israelí de neutralizar sucesores clave del grupo armado, intensificando así las tensiones en una región ya afectada por una constante escalada de violencia.
El incidente destaca el creciente costo humano del conflicto, particularmente para la población civil, que sigue siendo la principal afectada en medio de la inestabilidad.