





Uno es de dónde se encuentre en el momento; hacer del tiempo un espacio acogedor es posible en Chihuahua, el Estado Grande. Con sus majestuosas montañas y barrancas, esta tierra cobija a quien la pisa, como todo un rarámuri en su carrera por una tierra fértil y generosa. Sus paisajes diversos y lugares emblemáticos son un deleite visual, desde el desierto hasta la sierra.
Chihuahua es cuna de una rica cultura y gastronomía, y su gente es hospitalaria, noble y leal, lo cual crea un ambiente de confianza y permite disfrutar de la libertad de recorrer el estado de norte a sur.
Es un orgullo vivir en Chihuahua, una tierra que invita a quedarse. Sus atardeceres en las rutas de senderismo enamoran; sus cascadas despliegan una danza espectacular, y el estilo barroco de su corazón, la Catedral de Chihuahua, es el punto de encuentro para la convivencia familiar.i Me tre
Chihuahua es única; es madre apapachadora, protectora y amorosa, y eso se siente en cada sonrisa de su gente.
Mi raíz, mi tierra, mi ciudad querida.